#3 Amanecer en la Isla Sur
Lo que sucede cuando escuchas por fin a tu intuición. Recorriendo Nueva Zelanda. Propósitos de año nuevo.
“Noventa kilómetros por hora. Cien. Ciento diez. Para para, no te emociones, que ya vas sobre el límite. ¡Pero cómo no me voy a emocionar! Si conducir por aquí es literalmente un sueño hecho realidad. La música a todo volumen, el sol a punto de ponerse a mis espaldas, las montañas frente a mí iluminadas como si desprendieran brillo propio, doradas, imponentes.
Libre.
¿A dónde voy?
Realmente no importa. Solo existe este momento, aquí, ahora. Me ha costado, pero he conseguido lo que hace unos meses parecía imposible: enamorarme de este país, incluso con su excesiva tranquilidad, sus precios desorbitados y sus carreteras plagadas de conos fosforitos.
Solo tenía que soltar.
Dejar de remar contra corriente y rendirme a lo que Nueva Zelanda tenía preparado para mí. Y hacer lo que desde el principio sabía que tenía que hacer: comprarme un coche y perderme entre montañas.” Wanaka, 24 enero 2024.
¿Dónde estoy ahora?
Hace 10 meses llegué a Nueva Zelanda con una visa Working Holiday. Hoy escribo desde Wanaka, un pequeño pueblo turístico en la isla sur, con un lago donde bañarse y vistas a las montañas. ¡Y quizá mi nuevo hogar por un tiempo! Veremos.
Tras haber haber dejado mi trabajo en la isla norte (en las plantaciones de kiwis), en diciembre crucé a la isla sur y he pasado un mes movidito recorriéndola. Pero ha llegado el momento de buscar trabajo de nuevo. ¿Qué será esta vez?
Propósitos de año nuevo
Mis propósitos del año pasado fueron muy diferentes a otros años. Para empezar, los hice en febrero. ¿Y por qué entonces? Porque para mí, para mi vida, tenía más sentido hacerlo justo antes de la nueva etapa que iba a comenzar, mi año viviendo en Nueva Zelanda. Y para mi propia sorpresa, me senté y no escribí una larga lista de cosas que tenía que conseguir. No. Escribí solo 2 líneas. 17 palabras. Y el resto de la hoja se quedó en blanco. Pensaba “completarla” en algún momento, pero ese momento nunca llegó. Porque era suficiente. Esto es exactamente lo que escribí:
GOALS 2023
“Nature. Humans. Sunsets. Simple life. Gratitude. Freedom. Adventure. Hiking. Receiving. Allowing. Surrendering. Openness. Sharing. Caring. Warmth. Fun.”
(PROPÓSITOS 2023
“Naturaleza. Humanos. Atardeceres. Vida sencilla. Gratitud. Libertad. Aventura. Senderismo. Recibir. Permitir. Entregarse. Franqueza. Compartir. Cuidar. Calidez. Diversión.”)
Y sí, de vez en cuando volvía a esa página y la releía. Y recordaba lo que realmente quería de este año. Conectar conmigo, vivir alineada con mis valores, con lo que me llena y me hace feliz.
Y aunque no sé si he leído los suficientes libros o si he hecho el suficiente ejercicio, sé que he llegado a donde quería llegar. A vivir a mi manera. Como siempre, pero con más conciencia. Más segura de lo que estoy haciendo, menos preocupada por no saber a dónde me dirijo.
Porque en el fondo sí lo sé. No sé si será en España, en Australia o en una isla en mitad del mar, pero me dirijo hacia una vida en la que soy libre y en la que yo elijo lo que importa.
Aún no tengo nuevos propósitos este año. Quizá porque para mí el año aún no ha terminado. De momento voy a seguir disfrutando de la isla sur de Nueva Zelanda, de ver montañas mire a donde mire, de moverme de aquí para allá porque mi casa va conmigo. El resto, ya se verá.
Una idea
Cada año recibo una carta el día de mi cumpleaños. Es una carta escrita por mi yo del pasado, un año atrás. Y desde que empecé a hacerlo en 2020, es siempre mi mejor regalo. En ella hablo de lo que estoy viviendo y sintiendo en ese momento y de lo que espero de los próximos meses. Intento imaginar dónde estaré cuando la lea un año después, qué habrá cambiado en mi vida, qué me gustaría haber conseguido… Me sirve para darme cuenta de lo que he avanzado, para ver qué consideraba importante hace un tiempo y cómo voy evolucionando.
Las envío desde una web llamada FutureMe. Programas la fecha de entrega y te llega por email. Me parece algo bonito que quería compartir.
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El blog ha estado un poco abandonado, pero es hora de darle caña porque tengo muuucho que compartir.
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Lee la postal anterior, donde te cuento algo que me pasó nada más llegar a Nueva Zelanda:
#2 Amanecer en Nueva Zelanda (18 marzo 2023)
¡Nos vemos por ahí!
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