#9 Amanecer en Broome: Cómo es vivir en esta ciudad remota de Australia
Spoiler: muchas veces, desconcertante.
Australia ha vuelto a hacer su magia. ¿Dije en la carta anterior que estaba un poco perdida? No tardé ni dos semanas en volver a sentir la energía que me inundó la primera vez que llegue aquí, hace casi 5 años.
El tiempo se acelera y cada semana cunde como un mes, no hay día sin plan y yo digo que sí a todo. Los paseos al atardecer son rutina y no hace falta ni mandar un mensaje, que te encontrarás a algún conocido por ahí. O si no, harás un nuevo amigo. Hablar a extraños parece lo más normal del mundo y el plan de sábado noche es ir a la playa a ver si por fin salen las tortugas bebés de sus huevos.
No quiero acostumbrarme a esto.
Que siga sorprendiéndome siempre, por favor.
Atardecer sin filtro en Cable Beach, 15 de diciembre de 2024
¿Dónde estoy ahora?
En el mismo lugar que el mes pasado: una ciudad-pueblo llamada Broome, al noroeste de Australia. ¡Creo que voy a estar por aquí una temporada! Llegué con ganas de instalarme un tiempo en un lugar y dejar de moverme tanto de un lado para otro. No tenía claro dónde, pero Broome me acogió con brazos abiertos desde el principio. He conocido a personas con las que he conectado súper rápido, me he reencontrado con antiguos amigos y de repente tengo muchos planes para los próximos meses.
Me daba un poco de miedo pensar en pasar aquí la Navidad y mi cumpleaños, en un lugar al que acababa de llegar… pero ya se me ha pasado. All good now!
Vuelvo a vivir en inglés
En Nueva Zelanda tuve mi era latina: vivía con latinos, trabajaba con latinos, e hice muy buenos amigos. Amigos que, muy rápido, se convirtieron en familia. Porque así funcionan las cosas con ellos: un par de charlas, unos mates, y eres uno más.
Pero volver a Australia ha sido también volver a lo que estaba acostumbrada aquí: trabajar de cara al público (en inglés) y rodearme de australianos y europeos. Pocos latinos de momento. Y españoles, ya ni hablamos… no sé si se esconden de mí o yo de ellos, pero nunca nos cruzamos.
Las primeras semanas echaba mucho de menos esa cercanía latina. Porque no es solo el idioma: es la calidez, los abrazos de buenos días, el juntarse a cocinar sin más excusa que pasar el rato. Pero aquí he encontrado una nueva comunidad, diferente, sí, pero que también me hace sentir en casa.
Estoy siempre entre los dos mundos. Me mimetizo bien con ambos, pero siento que no pertenezco a ninguno.
Mi nuevo trabajo en Australia
A veces soy muy misteriosa y doy la información a medias. No es a propósito, simplemente no sé hasta qué punto interesan los detalles. ¡Pero vamos a detallar!
Estoy trabajando de recepcionista en un hotel, algo bastante chill comparado con mis últimos trabajos. Esta época del año es bastante tranquila, tanto que estoy escribiendo esto desde la recepción. Je!
Si te interesa saber qué otros trabajos tuve en Australia en mi “primera temporada”, te dejo la lista en este link.
Y como se suponía que esto era temporada baja y todos los backpackers se iban a pasar el verano al sur, pensé que sería buena idea aprovechar y trabajar extra en estos meses. Ayer empecé en un segundo trabajo por las tardes… pero los backpackers aquí siguen. No se van. Por alguna razón este año la gente se está quedando aquí (como yo). ¡No me quejo!
¿Y por qué se suele ir la gente en esta época del año? Entre estas peculiaridades sobre Broome, encontrarás varias respuestas…
18 curiosidades sobre Broome
Broome es especial. “Un lugar donde los locales beben cerveza de mango, decoran todo con perlas y ven películas bajo las estrellas.”
La capital más cercana, Darwin, está a 1.110 km.
Las casas no tienen buzones, hay que ir a la oficina de correos.
Tampoco hay semáforos.
Todo el mundo va a la playa con su 4x4 y unas cervecitas para ver atardecer.
Con mareas muy bajas, en las rocas de Gantheaume Point puedes encontrar huellas de 3 tipos de dinosaurios diferentes. Tienen más de 130 millones de años.
Aquí está el cine al aire libre en funcionamiento más antiguo del mundo. Pasa películas todos los días, incluso aunque llueva.
Si visitas Broome en luna llena podrás ver el curioso fenómeno de “las escaleras hacia la luna”, donde el reflejo de la luna sobre el agua crea una ilusión óptica muy chula (de marzo a octubre).
La población de Broome, de unos 15.000 habitantes, se triplica en temporada alta.
El verano es lluvioso y muy cálido, la sensación térmica supera los 40 grados casi todos los días. En cambio, el invierno es seco y con temperaturas agradables, entre los 20 y 28 grados por el día.
En la estación húmeda aparecen los animales peligrosos: serpientes, medusas y cocodrilos de agua salada. Hay playas increíbles pero no te puedes bañar en el mar de finales de noviembre a marzo.
Todos los fines de semana hay “doof”, es decir, una fiesta clandestina en la playa que dura hasta el amanecer.
En esta zona se cultivó la perla más grande y perfecta del mundo (22.24mm) y se puede visitar, pues se negaron a aceptar los más de 1 millón de dólares que se ofrecieron por ella. Está en Cygnet Bay Broome Showroom.
En la cervecería local, Matsos Brewery, puedes probar cervezas de mango y de chili picante.
Si vas a la playa al anochecer en diciembre, puedes ver tortuguitas saliendo de sus huevos hacia el mar.
Aquí los buses, comercios y todo en general se rigen por el “Broome Time”, es decir, horarios súper relajados. No esperes que el bus llegue a la hora en punto, ni que la tienda de ropa que “abre todos los días” esté abierta hoy.
Desde Broome puedes visitar un fenómeno único: las Horizontal Falls, unas cascadas en mitad del océano que cambian de dirección dos veces al día, cuando cambia la marea.
Este es uno de los pocos lugares de Australia donde sí tienes que cerrar la puerta de tu casa con llave. Es una zona donde viven aborígenes, lo cual, desafortunadamente, significa problemas. Si dejas algo a la vista en el coche, hay altas probabilidades de que te encuentres la ventanilla hecha pedazos a la mañana siguiente.
Comprar alcohol en Broome está sujeto a restricciones. Las “bottleshops” (los únicos lugares que venden) operan con horarios reducidos, tienes que enseñar DNI y hay un límite de alcohol que puedes comprar al día. Si quieres hacer cócteles, prepárate para ir cada día a la tienda a por un ingrediente diferente.
Llevo 7 semanas en Australia y han pasado volando, otra vez siento que estoy justo donde tengo que estar. Pero, sinceramente, no creo que se deba al lugar.
Gracias por acompañarme en este viaje un mes más. ¿Qué nos traerán la Navidad y el Año Nuevo en Broome? Eso está por descubrirse, pero estoy segura de que será poco convencional. ¡Nos leemos en enero!
(A no ser que publique antes en el blog -estas cartas no son el blog, el blog es este-, pero estoy en proceso de traducir todo al inglés y me da una pereza terrible.)
Un abrazo,
Mar